domingo, 26 de febrero de 2012

CONCIERTO DE ARANJUEZ (JOAQUÍN RODRIGO)

Grupo Concertante Talía.  Temporada 2011-2012
Sábado 3 de marzo, 22.30 – Auditorio Nacional –  Sala sinfónica
Concierto de Aranjuez (J. Rodrigo)  -  Hugo Moltó (guitarra)
Sinfonía nº 1, Titán (G. Mahler)
Orquesta Metropolitana de Madrid
Directora, Silvia Sanz

CONCIERTO DE ARANJUEZ (J. Rodrigo)




            “El concierto de Aranjuez es para mí la feliz unión de lo clásico con lo castizo y de lo aristocrático con lo popular, tanto de forma como de sentimiento, y suena escondido bajo las formas del parque que rodea el palacio barroco y solo quiere ser ágil como una mariposa y ceñido como una verónica”.
(Joaquín Rodrigo)


Decía el autor de la obra que el Concierto de Aranjuez seguiría gustando después de un siglo y que siempre se había preguntado qué tiene la obra para gustar a públicos tan distintos por edad, procedencia y costumbres. Pero el propio Rodrigo tenía la respuesta: la confluencia de lo refinado y lo popular. Basta decir que este concierto para guitarra es la composición española que más se interpreta en el mundo, y que un estudio de la Sociedad General de Autores en 2005 revelaba que es la obra que más gusta en Japón.

 

Joaquín Rodrigo nació en Sagunto un 22 de noviembre de 1901, día de Santa Cecilia, patrona de la música.  A los tres años perdió la vista como consecuencia de la difteria y con 8 años inició los estudios de solfeo, violín y piano. En 1927 se trasladó a París para proseguir su formación en la Escuela Normal de Música y  estudiar composición con Paul Dukas. Allí se dio a  conocer como pianista y conoció a Ravel, Milhaud, Honneger, Stravinski y Manuel de Falla. En 1933 se casó con la pianista turca Victoria Kahmi,  fiel compañera y colaboradora hasta su fallecimiento en julio de 1997.  En 1991 el Rey Juan Carlos Ie concedió el título nobiliario de Marqués de los Jardines de Aranjuez “por su extraordinaria contribución a la música española a la que ha aportado nuevos impulsos para una proyección universal”. Murió en Madrid el 6 de julio de 1999. Joaquín Rodrigo situó a la guitarra en la categoría de instrumento de concierto.  Entre sus composiciones destacan obras para piano, violín, cello y flauta, y un gran número de canciones.

La idea de componer un concierto para guitarra surgió en una conversación de sobremesa. Fue en 1938. Joaquín Rodrigo había impartido un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre La música instrumental en las cortes imperiales de España. De regreso a París, cenó en San Sebastián con el Marqués de Bolarque, diplomático español y gran promotor de las artes y la música, y el guitarrista Regino Sainz de la Maza. El guitarrista comentó que la ilusión de su vida sería tocar un concierto para guitarra y orquesta. El compositor aceptó la propuesta y cumplió su promesa.  Lo compuso en París durante el invierno y la primavera de 1939. El adagio, el movimiento más popular de la obra, surgió “de un tirón, sin vacilaciones” y lo mismo ocurrió con el tercer movimiento. El primero, fue el último en componerse. El mayor problema era confrontar el sonido de la guitarra con el de la orquesta y lograr un resultado equilibrado. Rodrigo lo consigue: la guitarra es la protagonista del concierto.

El título de la obra hace referencia a los jardines del Real Palacio de Aranjuez y su música nos transporta a la corte de finales del siglo XVIII y principios del XIX, durante los reinados de Carlos IV y Fernando VII. Sin embargo, la obra no es programática ni descriptiva, aunque sí refleja el estado de ánimo del compositor en el momento de su creación. La esposa del músico, Victoria Kahmi (Vicky) perdió a su primer hijo durante el embarazo y “y la profunda melancolía y tristeza que nos produjo queda reflejada en el adagio, pero también hay una enorme alegría cuando supimos que esperaba un nuevo hijo”.

Fue precisamente Victoria Kahmi, la que sugirió el nombre del concierto, en recuerdo de los largos paseos por los jardines de los que disfrutó el matrimonio en 1933, poco después de casarse en Valencia.

El Concierto de Aranjuez se estrena un 9 de noviembre de 1940 en Barcelona con la Orquesta Filarmónica de Barcelona, dirigida por César Mendoza Lasalle, en el Palacio de la Música Catalana de Barcelona. Según cuenta el maestro Rodrigo en sus memorias (Concierto de una vida, Eduardo Moyano Zamora, Planeta 1999), “hizo sonar la guitarra como decía Stravinsky que sonaba, penetrante y lejos”. El 11 de diciembre de 1940, tendría lugar su estreno en Madrid, en el Teatro Español, bajo la dirección de Jesús Arambarri, de nuevo con Regino Sainz de la Maza.  El Concierto de Aranjuez tuvo que esperar al fin de la II Guerra Mundial para presentarse en Europa. Diez años después de su estreno en Barcelona, otro gran guitarrista español, Narciso Yepes, interpreta el concierto en París, con Ataulfo Argenta al frente de la Orquesta Nacional de España. A partir de ese momento, la obra se interpreta en salas de todo el mundo. Hasta los astronautas Armstrong, Aldrich y Collins, eligieron su música para su viaje a la Luna en 1969. Se han realizado innumerables grabaciones y múltiples adaptaciones. Precisamente, las adaptaciones no gustaban a Rodrigo y, cuando se encontró con la versión jazzística de Miles Davis para trompeta, decidió litigar. Al final, se dio cuenta de que no podía luchar contra la popularidad del concierto: “Mi opinión es que las obras musicales hay que dejarlas como se crearon y tocaron por primera vez. Sin embargo, se han hecho innumerables versiones del famoso adagio, unas más acertadas que otras, se canta en las lenguas más diversas, se baila al son de cualquier ritmo…. A estas alturas tengo que reconocer que no han alterado en nada la popularidad y el prestigio de mi concierto”.

El 1ermovimiento, Allegro con spirito, se caracteriza por la fuerza y alegría rítmica. Suenan danzas tradicionales como el fandango. A lo largo de este movimiento escuchamos la alternancia tradicional entre el instrumento solista y la orquesta (los acordes de rasgueado de la guitarra y la melodía introducida por los violines); y una alternancia rítmica (compases de 6/8 y pasajes en 3/4). La guitarra utiliza técnicas propias del flamenco.

El autor define el 2º movimiento, el Adagio, como un “diálogo elegíaco entre la guitarra y los instrumentos solistas (corno inglés, fagot, oboe, trompa, etc.) en un profundo batir que mantiene todo el edificio sonoro de ese tiempo”

El 3er y último movimiento, Allegro gentile, “evoca una danza cortesana” en la que la combinación de compases de dos y tres tiempos, así como una estructura ligerísima, mantienen el tiempo alerta hasta la veloz fermata final”.

I. López (Notas al programa del Concierto  de la Orquesta Metropolitana de Madrid del 3 de marzo de 2012 en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Directora, Silvia Sanz Torre)



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